Las manifestaciones de protesta de los estudiantes universitarios, el pasado miércoles, 18 de noviembre, constituyen un llamado de atención a los diferentes sectores de la sociedad panameña. Por un lado, los estudiantes protestan por el incremento alarmante del costo de la vida en Panamá. El indicador gubernamental sintetizado en el costo de la llamada “canasta básica” es evidencia del empobrecimiento de la familia panameña.
Por otro lado, los estudiantes universitarios protestan por la intención del gobierno, presidido por Ricardo Martinelli, de establecer cuatro bases “aeronavales” en costas panameñas para que EEUU las utilice en sus operativos bélicos en la región latinoamericana. El Departamento de Estado, en Washington, y la embajada de EEUU en Panamá han confirmado su vínculo estrecho con estas iniciativas guerreristas en suelo panameño.
Las protestas estudiantiles son justificables y deben ser tomadas en cuenta por la sociedad panameña. Los estudiantes están llamando al debate en torno a temas que son de vital importancia para el futuro desarrollo del país. Los gobiernos recientes no han querido enfrentar la crisis económica y sus efectos sobre la familia de los trabajadores panameños. Igualmente, Martinelli negocia nuevas bases militares con EEUU bajo el manto del secretismo.
La represión que sufrieron los estudiantes universitarios por parte de la Policía Nacionl no se justifica y debe ser condenada. Los panameños no nos olvidamos que fueron los estudiantes que rechazaron la presencia colonial norteamericana en la llamada “Zona del Canal” en el siglo XX. Sus protestas y entrega generosa por la causa nacional hicieron posible que ahora, a principios del siglo XXI, no existan bases militares norteamericanas en Panamá, ni tampoco estacas coloniales, ni administradores extranjeros del Canal de Panamá.
La reacción de las autoridades universitarias frente a las protestas también fue exagerada y equivocada. El cierre de la Universidad de Panamá fue consecuencia de la violencia policíaca desatada en la vía Transístmica (avenida Bolívar) y la destrucción que provocara de instalaciones académicas. La Universidad de Panamá – conciencia crítica de la nación – debe tener en su agenda permanente la discusión en torno a los problemas que afectan al país.
Antes de que se produjeran las manifestaciones estudiantiles las autoridades debieron convocar a un debate en el Consejo General Universitario. De igual manera, la Universidad de Panamá debe invitar a los miembros del Consejo de Rectores, así como a las organizaciones de la sociedad civil, partidos políticos y gremios productivos a un gran debate nacional para analizar los problemas que fueron objeto de protestas justificables por los estudiantes universitarios.
El Partido Alternativa Popular (PAP) no puede juzgar las actuaciones coyunturales de las autoridades universitarias. Sin embargo, el PAP tiene que presentarles los razonamientos para que revisen su política que no es consistente con la historia panameña y pretende desconocer las inquietudes de nuestra juventud.
Al mismo tiempo, el PAP se siente obligado a descubrir nuevamente el proyecto anti-popular y antinacional del presidente Martinelli y su gobierno. Su política está empobreciendo a la mayoría de los panameños. La violencia, la corrupción y la pobreza caracterizan las iniciativas de un gobierno subordinado a intereses extranjeros. La política exterior del gobierno – con todas sus contradicciones – dirige el país hacia un conflicto innecesario entre quienes quieren contribuir al desarrollo de todo el potencial de los panameños y los otros que pretenden entregarlos a una potencia extranjera.
El PAP exige una revisión de las políticas económicas del gobierno que encarecen el costo de la vida. También exige que ponga fin a las negociaciones secretas entre Panamá y EEUU que tienen como fin entregarle a esta potencia bases “aeronavales” en cuatro puntos de la geografía del istmo.
A su vez, el PAP reconoce el papel de vanguardia de la juventud panameña en las luchas sociales y nacionales. Exhorta a la juventud que continúe presentándole al país la verdad que otros medios prefieren encubrir para beneficiar los intereses foráneos y de unos pocos especuladores locales.
Panamá, 25 de noviembre de 2009.
PARTIDO ALTERNATIVA POPULAR
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